jueves, 5 de noviembre de 2009

“Y fueron felices... y vivieron en Perdices”.

En la soriana Sierra de Perdices, está el pueblo que lleva el nombre de estas sabrosas aves. Allí se alza el templo de San Pedro Apóstol, un bello ejemplo del arte románico en su ocaso, cuando el impulso espiritual que lo motivó ha cambiado de rumbo. En el s.XIII, la frontera del Duero queda asegurada tras la batalla de Las Navas. Los núcleos de repoblación crecen y se renuevan, los templos son reconstruidos.
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La profusión escultórica, del románico pleno, ha dado paso a una sobriedad decadente. Su belleza reside en la geometría, los volúmenes, las líneas. Es como si la piedra se hubiese vuelto menos pesada, “más espiritual”. Se vislumbra ya una transición entre lo románico y lo gótico, de regustos cistercienses.
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Así, en éste templo de Perdices (Soria), parece haber tres momentos constructivos: la nave, fines del s.XII; ábside poligonal con presbiterio, y portada sur, inicios del XIII; espadaña, mediados del XIII. La distinta calidad de los sillares y su talla, así como la recolocación de elementos más antiguos, delata la reconstrucción-remodelación.
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En la gran espadaña, insertaron canes procedentes de la perdida nave del XII, que ahora ya no sustentan nada. Tres al norte (uno se ha roto y desaparecido), más tres al sur, todos ellos de buena factura. En el interior se conserva, como base de la pila benditera, un capitel vegetal y su basa, que podrían haber pertenecido a una perdida galería porticada.
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En la portada sur, podemos comprobar esa sobriedad cisterciense que acabará por hacer desaparecer el arte románico, el cual, sustituido por el gótico, refugiará su decadencia en pequeños templos rurales, con un mensaje deformado, errático y confuso, ya irreconocible.
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Esas arquivoltas a base de bezantes, bocel y ajedrezado, más la chambrana de motivos estrellados, son un cielo abstracto del que han desaparecido los ángeles. Es como si el dios de la nueva religión hubiese abandonado los círculos celestes.
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Esos sencillos capiteles vegetales, todos ellos con una talla poco voluminosa y muy esquemática, representan una Naturaleza empobrecida, insignificante. Es, tan solo, una mala caricatura del Paraíso y son, a su vez, un Paraíso Perdido.
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La única concesión a lo figurativo, está en un capitel absidal, donde varias cabezas en los ángulos contemplan la lucha de dos dragones o grifos, planos y esquemáticos. Al interior, los capiteles repiten la temática vegetal, alguna pelea de animales y varias escenas humanas: Sansón y el león; ángeles; un obispo; la liberación de san Pedro.
Todo muy rudo, muy basto, como si el románico, más que su canto del cisne, estuviese entonando el canto del “patito feo”…
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Salud y fraternidad.

7 comentarios:

Baruk dijo...

Pues si se trata de ser felices... que mejor que en Perdices!!

Muy interesante la exposición, se nota que eres buen observador, yo en lo único que me fije fue en las tres Marias.

Por cierto, estas muy bien enteradito de lo que hay dentro de la iglésia... eres vidente o qué??


Salud y románico

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Alkaest dijo...

Menos mal que, por una vez, Dona Baruk se despistó y no vio casi nada. Y lo poco que vio...

¿Tres Marías? Será "metáfora formal", porque si no una de ellas habría que exhibirla en el circo como la "María Barbuda". ¡Si hasta se ven los rizos del "adminículo piloso", como diría un castizo.
En el primer plano, con zoom, se ve perfectamente que es "macho adulto".

Dona Baruk, podemos afirmar que te has subido a sus barbas...

En cuanto al interior, había un precioso cristal "de diseño" en la puerta norte, que si no dejaba fotografiar al menos dejaba atisbar. Y ya lo decía Hermógenes de Halicarnaso, el Joven: "quien atisba, algo capisca..."

Salud y fraternidad.

pallaferro dijo...

Muy buena descripción del templo, sí señor!

Perdices, cabras montesas, buitres, gorriones, tortolitos... mucha fauna se puede llegar a amontonar alrededor de este San Pedro !!!

Un abrazo,

Alkaest dijo...

Amigo Pallaferro.

No te olvides de Gargantúa y Pantagruel, clamando por una buena ración de chorizo con pan de pueblo, regado con el caldo de Noé.

Que yo los ví, a ambos, dialogando sobre tan suculento tema... y no era ni media mañana. Debe ser que, el nombre del lugar, les despertó el siempre bien dispuesto apetito.

De lo que no me percaté, era si mencionaban el "anís del Simio"...

Salud y fraternidad.

Baruk dijo...

Ciertamente lleva barba y rizadita, tipo Pericles.

Pues ná, que tras observar de cerca esas tres Marias, sólo una es mujer, la tercera y el primero de ellos parece llevar un "casquete" eclesiástico?..

jó! ahora me parece más interesante y misterioso... quienes podrian ser?

Salud y románico

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juancar347 dijo...

Independientemente de las Marías de Baruk y también de la humilde factura de la parroquial de Perdices, creo que pasamos por un hecho algo que considero relevante: ese tipo de espadaña y los adornos que conlleva, no son, en mi opinión, de lo más común en la provincia. Un abrazo a todos y no dejéis de comer perdices...

Alkaest dijo...

Compadre Juancar, ciertamente es una espadaña poco usual en la zona, creo que solo hay otra parecida (en pueblo cuyo nombre no recuerdo), aunque ambas son tardías.
En cuanto a los "adornos", es curioso que reutilizaran, en el s.XIII avanzado, unos canes del románico pleno, cuando esta "moda" había pasado. Esas cabezas, como "pase de modelos" me parecen más propias de la zona segoviana, donde abundan como "muestrarios" de tocados femeninos y peinados masculinos.
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Dona Baruk, mi ignorancia de la sexualidd medieval es grande, ciertamente conocía la "pose del misionero", pero desconozco el "casquete eclesiástico"...

¿Se trata de algúna postura medieval carolingia, que los investigadores celtíberos desconocemos?

Salud y fraternidad.